Mia había vivido la mayor parte de su vida encadenada a un rincón sucio de un espacio confinado con sus compañeras, Rhea y Sita. Como elefante de circo, Mia tuvo que someterse repetidamente a brutales procedimientos de entrenamiento para poder realizar trucos antinaturales como equilibrar una pelota en su trompa o sentarse sobre sus extremidades traseras. El descarado desprecio por su edad avanzada y la falta de una nutrición adecuada afectaron enormemente su salud física y psicológica. Mia desarrolló osteoartritis y necesitaba retirarse inmediatamente de su terrible experiencia, que fue cuando Wildlife SOS le dio la bienvenida a una vida más amable que se merecía. No hay nada que a Mia le guste más que tomar largas siestas bajo el sol. Recibe tratamiento para sus abscesos crónicos en las uñas de los pies y las almohadillas de los pies heridos, su tratamiento se hace cómodo con las constantes golosinas de su cuidador y la compañía de su compañera, Rhea. Cuando Mia toma una siesta, Rhea guarda cariñosamente a su mejor amiga protegiéndola de los rayos del sol. ¡Mira cómo le está yendo a Mia hoy!
